No cabe duda que el contenido es el gran rey de la web 2.0. Las redes sociales permiten que las personas expandan su vida en otros niveles. Ya no solamente vivís, sino que también compartís, interactuás y alcanzás nuevas experiencias sociales. Estas redes te permiten aumentar la realidad en la que vivís.

Las marcas y los negocios que están en la web, atendiendo a estos fundamentos, tienen que mostrar su idea como parte de tu experiencia y de tu vida. No sirve vender, la clave es incluir el producto en la vida de las personas.

¿Cómo lo logro? Contando buenas historias. ¿Qué es una buena historia? Humanizando tu marca y buscando todo lo que la experiencia con el producto o servicio involucra y genera.

Una historia exitosa no es aquella que busca que compres la marca, sino aquella que logra generarte una emoción vinculada al contexto de la marca, a su experiencia de uso y la interacción con otros sobre esa experiencia.

¿Cómo hacer de mi historia un tema del cual mis seguidores hablen? Acá te dejo mis 5 consejos para que puedas lograrlo.

  1. Ser interesante. Una historia insípida, que no tiene valor, que no le agrega algo distinto a la vida de la persona: NO SIRVE. Cuando construimos una historia tenemos que pensar que la web se encuentra superpoblada de contenido, con lo cual hay que pensar: ¿qué tiene nuestra historia para que la gente le preste atención? Es vital que la historia mantenga el interés. Podés encontrar un poco más del valor de este punto en mi artículo: AIDA aplicado a las Redes Sociales.
  2. Ser creíble. Una historia frenéticamente interesante, que es imposible de creer, generalmente no funciona. La gente camina sobre la tierra. Si les contás algo que está por fuera de sus posibilidades y no lo cree, esa desconfianza va a terminar desmereciendo tu marca y haciéndola perder valor. Es importante concentrarte en que cada elemento que uses para construir tu historia sea creíble.
  3. Ser transparente (más allá de ser creíble, la historia debe ser verdadera). Doblando un poco más la apuesta, además de la credibilidad es importante la transparencia. ¡Sé honesto! No le mientas a tu público. Si deseas fidelizarlo y que sea parte de tu historia, simplemente no mientas. Porque con el tiempo esas mentiras se conocen y por querer sumar vas a concluir matando por completo tu marca.
  4. Conectarse con las emociones. Por más “cursi” que pueda sonar, es vital que tu historia llegue a las emociones de tus seguidores. La diferencia entre una historia que llega a tocar una emoción y las que no, diferencia una historia que crea valor y construye público de una insípida y superficial que no genera resultados. El foco de tus acciones de marketing tiene que ser crear experiencias memorables, no solo en el uso de tu producto, sino de todos los vínculos de tus fans con tu marca. Con cada acción podés crear un lazo más grande y sólido fidelizando a tus fans y ligándolos a tu marca.
  5. Conectarse con la persona y no con el cliente. Aunque quizás suene de sobra, este punto no es menos importante. El peor error que las marcas cometen en la web es VENDER, y cuando tratan de vender además cometen otro error aún más grave: le hablan a un “cliente”. Dirigí tus mensajes a personas. La gente que usa las redes sociales, son personas que comparten su vida con sus amigos en la web. No lo separes de su vida poniéndolo en calidad de cliente. Hablá a la persona. Tenés que humanizar tu marca y hacer que las personas que te sigan se sientan personas y no clientes que soportan económicamente tu negocio.

Espero que les haya servido e interesado. ¿Agregarían algún consejo más? Contame más abajo con tu comentario.

FACUNDO DANIEL TULA
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