Dejemos algo en claro. Para poder controlar, es necesario planear. Si no fijamos ningún  objetivo, no vamos a tener un patrón con el que comparar después de ejecutar ese plan.

Incluso, si se piensa dentro de la confección del plan, para poder elaborar una estrategia, es necesario tener objetivos claros. La teoría misma nos define a la “estrategia” como el camino para alcanzar esos objetivos. Así, sin objetivos, ¿qué estrategia podría definirse?

Pero el objetivo de este pequeño artículo no es teorizar sobre el planeamiento y las estrategias, sino enfocarnos en los objetivos y hacernos esta pregunta: ¿son nuestros objetivos “inteligentes”?

Mejor dicho, y por ello coloco la palabra inteligente entre comillas, la pregunta es: ¿son nuestros objetivos  SMART?

SMART, inteligente en inglés, es una sigla que consuma cinco requisitos que le debemos exigir a nuestros objetivos para considerarlos bien definidos, y que en el futuro nos sirvan como herramientas de referencia para medir el éxito de nuestras acciones.

Sin más preámbulos, les comento brevemente de qué se trata cada una de ellas.

  • Specific (específicos). Vamos por el contrario. Un objetivo inespecífico no nos servirá de mucho. Dificultará su comprensión y comunicación, y además no dirigirá el rumbo de las estrategias correctamente. Es necesario prestar especial atención a la claridad y simpleza de los objetivos. Que sean concretos, permite que puedan expresarse en términos claros y así compartirse y comprometerse con él.
  • Measurable (medibles). Los objetivos tienen que poder medirse en algún tipo de unidad. Tienen que permitir volver “tangibles” nuestros deseos. No necesariamente deben medirse en dinero, pueden medirse en cantidad de clientes, en cantidad de seguidores en una red social, en cuota de mercado, y otras medidas que no necesariamente son unidades físicas o monetarias.
  • Achievable (alcanzables). Un objetivo imposible de alcanzar, es un objetivo que no vale la pena perseguir. Es bueno tener aspiraciones altas y deseos de crecimiento, pero no por ello hay que fijarse objetivos imposibles de lograr. Es más inteligente ponerse objetivos posibles menos ambiciosos y alcanzables, que permitan en su suma, llegar a esas elevadas aspiraciones.
  • Realistic (realistas). Este punto va de la mano con el anterior. Los objetivos deben planearse en base a la realidad del negocio. Es importante que logren que el negocio crezca, pero proponerse objetivos irreales logrará en frustrar a la gente que te rodea.
  • Trackeables (“seguibles” o  “a tiempo”). Es importante que un objetivo permita ser seguido y que a medida que se comienza a concretar brinde información útil para tomar decisiones sobre su avance. Internet, en este sentido, nos ayuda muchísimo ya que, utilizado adecuadamente, ofrece miles de sistemas de información para poder seguir la concreción de los objetivos. Además, para poder ser seguido, un objetivo debe tener un horizonte de tiempo. Tienen que tener un principio y un límite final. Un objetivo “atemporal” es imposible de seguir y además no permite hacer ningún tipo de control.

Cada vez que te fijes un objetivo, sea cual sea el ámbito en el que lo quieras alcanzar, ya sea dentro o fuera de internet, hacete esta pregunta: ¿es SMART?

Espero que este artículo te sea útil y puedas aprovecharlo al máximo. Me interesa conocer tus ideas y comentarios.

FACUNDO DANIEL TULA
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